En edificios que contienen líquidos o gases inflamables, es importante protegerlos de los rayos. Sin embargo, manipular el equipo de protección contra rayos no es un juego de niños. Un solo error puede causar un grave peligro a la estructura y a las personas que trabajan a su alrededor. Según el tipo de edificio en el que se instale el equipo de protección contra rayos, existen diferentes métodos de manipulación. Veamos cuáles son las metodologías.
Para este tipo de edificaciones, se recomienda agregar un sistema de protección contra rayos integrado. Debe tener pararrayos verticales y horizontales. Dependiendo del tipo de almacenamiento dentro del edificio, la altura de las salidas verticales debe ser de al menos 1,5 metros, mientras que los terminales aéreos horizontales deben ubicarse a una distancia de 3 a 7,5 metros entre sí.
Aquí es donde necesita agregar sistemas integrados. Las distancias vertical y horizontal en este caso deben ser de 0,3 my 7,5 m, respectivamente.
Los edificios de este tipo son menos susceptibles a los rayos. Aquí no hay necesidad de sistemas integrados. Solo un circuito de protección contra rayos de poste vertical puede hacer maravillas.
Algunos edificios contienen explosivos como nitroglicerina (NG). Estas estructuras requieren pararrayos horizontales suspendidos, ya que los sistemas y soportes verticales montados en una sola pieza no pueden brindar la protección deseada. Estos pararrayos horizontales suspendidos deben colocarse al menos 2 m por encima de la estructura. En cuanto a la distancia interna, debe ser de al menos 3 m entre los extremos.
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